La caída de agua |
Durante miles de años el río perforó las rocas hasta formar la cascada como la vemos ahora, en todo su esplendor, aunque no es tan exuberante como la de Cascada do Toxa . A medida que el agua va cayendo a cosa de unos 33 metros de altura, esta va golpeando las rocas y nos sentiremos parte de la naturaleza misma y esta nos despertará los sentidos y nos irá relajando profundamente poco a poco.
Poza |
El respeto de los vecinos colindantes de este maravilloso paraje hace posible la buena conservación y la buena armonía humana/natural al parecer casi virgen. Nos sentiremos parte de la naturaleza en esta cascada. No practicable para personas de movilidad reducida
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